Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
Así comienza José Espronceda su Canción del Pirata, antológica poesía que hará las delicias de los más pequeños de la casa. El otro día pasean por la calle cerca de un parque observe a varios niños jugar a piratas y barcos; y es que da igual de que generación hablemos y en que época vivamos. También es indiferente los dibujos que emitan en la tele raro es el niño que no disfruta simulando el abordaje a un barco y peleando entre piratas: parche en ojo y espada en mano.
Pon con este vinilo la bandera pirata a su cuarto, marca su territorio y su espacio,…y enséñale algún fragmento de la poesía de Espronceda poniendo voz de marinero rudo o terrible pirata, con ello fomentarás el ejercicio de la memoria usando un juego y no cualquier juego: uno con el que el disfruta mucho, siendo un feroz pirata.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
0 comentarios