Lo que más les gusta a las niñas son los cuentos y/o las películas de princesas, hadas, enanos misteriosos y príncipes. Todos comienzan con el famoso “Érase una vez…”, se trata de la expresión más conocida cuando se inicia una cuento más concretamente cuentos tradicionales de hadas y hace alusión a un pasado lejanos sin ubicación temporal concreta. Nos sitúa en un mundo mágico y etéreo. En un país lejano que no podemos señalar en un mapa y en reinos de ensueño donde malos y buenos están perfectamente diferenciados y viven al compás de músicas y leyendas.
Colócale este castillo de cuento en el que ellas son las princesas y protagonistas de sus historias, donde las moralejas son una enseñanza fundamental de valores universales. Además su habitación es su pequeño reino en el que deberán manejar muchas veces su propia frustración, enfados y rabietas. Serán en ella los protagonistas de su propio cuento viviendo en el entorno inmediato.
Los beneficios son muchos y que es importante separar la vida real de la fantasía pero que igual de importantes son la una y la otra.
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