Educar en dos o más idiomas es el sueño de muchos padres y educadores. La recompensa es inmensa. Sin embargo, es un gran reto que requiere de mucha creatividad, constancia y dedicación.
Tanto si los padres hablan distintos idiomas con los hijos como si no, crear un entorno que favorezca y fomente el bilingüismo no es tarea baladí. Que papa hable en otro idioma, disponer de libros en uno u otra lengua, ver dibujos y televisión en ambos; todo contribuye a crear ese ambiente cosmopolita y lingüísticamente educativo. Es una decoración bilingüe. Tomando como ejemplo la decoración en vinilo en inglés de la imagen, podemos elegir entre multitud de decoraciones en vinilo y murales en otros idiomas. Este, además, me gusta especialmente porque menciona una de las cuestiones muy en auge últimamente; el uso de libros de segunda mano en las escuelas, asunto que favorece el ahorro económico de las familias y educa en el ahorro ecológico de papel. Pone en contacto a nuestros adolescente, si así lo deseamos, con todo un comercio de libros usados que permiten un mayor y más fácil acceso a la cultura de nuestros jóvenes, habitualmente con menos recursos económicos que un adulto.
Todo son ventajas. Educas en diferentes idiomas y fomentas un uso responsable de nuestros recursos económicos y naturales.
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