Sin lugar a dudas la infancia es la mejor época de nuestra vida. Por regla general y para la gran mayoría es ese periodo en el que todo está por llegar, es mágico y divertido. No existen preocupaciones ni estrés.

La hipoteca, la luz, etc. son conceptos que se nos escapan. Por el contrario, dibujos animados, juegos y competiciones son el día a día.

Cuando decoramos la habitación de nuestros hijos nos empeñamos en buscar la funcionalidad y el orden. Es importante que haya espacio para todo: jugar, dormir, estudiar,… que el mobiliario sea el adecuado en cuanto a medidas y altura, poco pesados y a ser posible con bordes curvos. Aprovecha cada rincón incluso debajo de la cama para tenerlo todo en orden.

Pero y ¿donde queda el color y la diversión? Debemos decorar con humor, con elementos alegres: muñecos cuadros, alfombras divertidas y paredes llenas de color y simpatía.

Decorar con humor

Este divertido vinilo de la vaca granjera cumple todos los requisitos. Se trata de una imagen que imita el dibujo  a mano alzada propio de los niños. Nos decora la pared sin recargarla. Solo entrar en la habitación sabremos que es un espacio infantil. A ellos les encanta este tipo de dibujos y cuando son peques se divertirán imitando los sonidos de sus protagonistas.


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