¿Rosa? Pues sí, el rosa es un color que aporta calidez y alegría a un espacio infantil: dormitorio o cuarto de juegos, pertenezca a una niña o a un niño. Por suerte ya no existe esa discriminación sexista que marcaba de forma dictatorial los juegos, las decoraciones y hasta los gustos de los críos. Todos nacemos sin prejuicios, libres y especiales. ¿Por qué discriminar y criticar a alguien por el simple hecho de tener criterios diferentes a los de la gran mayoría?
Este encantador vinilo, de una parejita en color rosa, es un indicativo de que los tiempos han cambiado. Los pequeños y pequeñas comparten actividades, estudios y en el futuro profesiones. No censuremos ni distingamos peyorativamente a quien opte por esta decoración de gamas rosadas. Esta tonalidad contribuye a la relajación emocional, influye en los sentimientos y se asocia al amor altruista y a la inocencia. Dejemos que cada cual vista, coma y sueñe con el color que quiera. Nadie tiene derecho a imponer reglas absurdas con un único objetivo: que caminemos por el mismo sendero, cuando existen infinidad de rutas. Un individuo que crece dando rienda suelta a su albedrío jamás será una persona pesimista, rencorosa o insensible. Decoremos en rosa, incluyamos este color en nuestra vida y esta nos sonreirá.
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