Aún recuerdo cuanto lloré la primera vez que vi King Kong. Los animales despiertan nuestra ternura cuando alguien les hace daño, aunque se trate de un gigantesco gorila que debería inspirarnos más miedo que otra cosa.
Estos vinilos de tiernos animalitos son una opción decorativa muy divertida y entrañable, pero quiero centrarme en la figura del simpático gorila. Gracias al cine la imagen de este tipo de mamíferos se ha dulcificado y humanizado. Gorilas en la niebla o el mencionado King Kong nos mostraron animales con sentimientos igual que los humanos. Este tipo de cine, al igual que estos vinilos, nos da una imagen de la fauna poco real. La naturaleza en cruel y en ella los animales se comen los unos a los otros, abandonan al enfermo,… porque la supervivencia es lo importante. Pero lejos de transmitir una imagen irreal de la naturaleza tener una toma de contacto tierna y sentimental con los animales ayuda a empatizar con ellos y verlos como seres vivos que hay que respetar que efectivamente sufren como nosotros y padecen dolor y desprecio como cualquier humano.
Los niños aprenderán que estos amiguitos de ojos grandes son efectivamente igual de tiernos que en la paredes de su cuarto cuando deba táralos sin dañarlos.
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