El zoo al alcance de tu mano o, mejor dicho, al alcance de tu vista. Hay que ser respetuoso con la variada fauna que existe en el planeta, aunque siempre ha habido personas desaprensivas que se creen los amos del mundo y, en consecuencia, esquilman, sin ninguna clase de remordimiento, poblaciones enteras de animales. Su único y espurio objetivo es el de enriquecerse a costa de seres que no pueden defenderse. El negocio del marfil, el mercado de la peletería o la explotación en el circo, son actos tan reprobables como quemar bosques enteros por el mero hecho de lucrarse con la madera chamuscada o los terrenos que se compran a bajo precio. No, hay que parar esas aptitudes que permiten, no ya injusticias, sino, el empobrecimiento del planeta Tierra.
El maltrato animal es una aberración que el ser humano practica sin pudor y que, entre todos, debemos erradicar. Si desde la infancia se muestra la necesaria convivencia con felinos, paquidermos o reptiles, cada uno en su correspondiente hábitat, conseguiremos que los niños y jóvenes crezcan apreciando la riqueza del reino animal. Y para familiarizarlos con ese mundo nada mejor que, al entrar en su cuarto, se encuentren con unos animalitos tan simpáticos como los que nos ofrece este vinilo.
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