Este vinilo es absolutamente genial. Todos los profesores, psicólogos, logopedas, terapeutas, maestros, pedagogos,…nos explican que lo mejor es establecer una rutina. Fijar las horas en las que se hace cada cosa. Por supuesto la realización de las cosas o tareas adecuadamente conllevará a cambio una pequeña recompensa y cuando no se realicen no se recurrirá al castigo sino que el castigo será no obtener la recompensa.

 Establecer una rutina.

Pero esto que parece tan sencillo a los papas a veces se les hace cuesta arriba. Sobretodo cuando hablamos de mantener unos horarios fijos y una rutina de trabajo con los pequeños.

Ellos no controlan el reloj, somos nosotros lo s que marcamos la pauta. Pero y ¿qué tal si les hacemos participes a ellos? Los peques también puedes facilitarnos el trabajo. Enseñémosles con este vinilo cual es el plan diario: además de aprender las horas, les enseñaremos que toca en cada momento.

Tal vez ellos no saben aún que hora es pero si colocamos un reloj analógico cerca, grande, ellos sabrán que cuando es de noche y marca el número nueve toca ¡cenar!

Las primeras veces tendremos que ayudarles pero luego ellos acudirán solos a ver que hay que hacer. Si toca cenar, toca poner la mesa. Lo dicho genial.


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