Cuando imagino la habitación de una niña la imagino con muebles blancos, textiles blancos y rosados, quizá con estampados de pequeñas flores estilos ingles.
Una cama con dosel muy al estilo princesa de cuento. Tocador con espejo y cajoncitos donde guardar sus joyas.
En el suelo una mullida alfombra de pelo muy suave en tonos rosa pastel y paredes blancas.
Remataría este conjunto con una cenefa como la que estamos viendo. Tendría ante mi una habitación casi principescas, dulce, limpia muy romántica pero a la vez infantil con el toque de fantasía que aportan las hadas.
Un detalle que me gusta mucho es cuando se remata la habitación con puertas pintadas en el mismo color que la pared y se le da continuidad a la cenefa colocándola también en la puerta.
Es decir, una vez dentro del cuarto si cerramos la puerta el efecto visual es de un lugar cerrado infinitos, nuestro espacio, su espacio mágico. No hay ruptura en la pared al no cortarse la cenefa. Obviamente debemos realizar n pequeño corte pero esta será inapreciable.
Si quieres darle una sorpresa a tu pequeña mándala con los abuelos unos días y remodela su cuarto. Lo bueno es que solo tienes que montar los muebles, colocar la alfombra y la cenefa, que ya sabes se colocar rapidísimamente.
0 comentarios