“Ron, ron, ron la botella de ron…” Por supuesto nada de alcohol al alcance de los niños. Pero sí, un vinilo que representa una ventana abierta hacia el mar donde espera el barco que les traslade al enriquecedor mundo de la Literatura. Las aventuras de corsarios surcando los mares, han marcado la infancia de no pocos niños durante mucho tiempo. Antes, cuando no había televisión, cine u ordenadores, los chavales viajaban y aprendían leyendo, un ratito, antes de acostarse. Ahora, sí, todo es mucho más fácil pero no tan divertido. Cuántos padres dicen, refiriéndose a sus hijos: “Enseguida se aburre de los juguetes…”. ¿Y, cómo no se van a cansar si no les motivamos para que utilicen el juguete más divertido: su imaginación?